Es un haber de lo que pueda ocurrir en este cerebro desordenado deambulando por las calles de esta ciudad. Todo se entremezcla en un ir y devenir de la propia existencia a través de este gran oleaje de un proceso indetenible –a pesar de los golpistas- que conforman la oligarquía y sus vacíos de pensamiento, comportamiento inevitable de la imbecilidad en contra de la humanización de la vida en las instancias revolucionarias.
Habrá un poco de todo, publicado algunos y una mayoría guardada en el silencio de la cotidianidad. Es inevitable, uno no es monedita de oro, bastantes son los encontronazos que se reciben tratando de mantener esa coherencia política de muchos años de combates de maneras diferentes desde las vías más violentas hasta esta nueva tipología revolucionaria nueva en que predomina la paz y el amor hacia la humanización del país y del continente latinoamericano en primera instancia para dirigirnos al planeta en su totalidad.
Estos escritos desordenados son meditaciones, ocurrencias que le vienen a uno luego de muchos años navegando entre los vaivenes de la propia realidad. Esta nueva etapa construida a través de la lucha y pensamiento magistral del Comandante Supremo, ha creado una realidad diferente del país y de toda Latinoamérica. Las discusiones van y vienen, aunque no se han compenetrado totalmente en cada extracto de nuestra Pachamama, todavía, se van ampliando, lamentablemente de forma lenta, hacia los extractos más profundos del pueblo, pero el camino va indicando sus pasos firmes por la construcción muy sólida del poder popular.
Hay fallas, es lógico, normal, estamos en un proceso de construcción del poder popular, algunos critican que otros como yo, no nos acercamos a lo conciliatorio, uno de los casos es de un amigo Paúl, conocido en los bajos fondos como el pulpo Paúl, que me acusa de no aceptar la disidencia y yo me pregunto: ¿existe alguna disidencia que se deba aceptar cuando del otro lado se han dedicado en violentar, de una manera a otra, nuestro profundo amor hacia las instancias de una sociedad justa? Podríamos recordar la cadena de muertes de los nuestros y ellos siguen en su libre albedrío en insistir de intentar imponer la barbarie. Con la habilidad de Hugo Chávez Frías y de nuestro presidente chavista Nicolás Maduro insistir en el freno de la respuesta violenta por otra más constructiva a través de la paz, el amor y la construcción a través del trabajo de una revolución socialista del siglo XXI.
Bueno, debo recordar que Marx insistía que una revolución sin contra revolución no puede existir, uno va junto a la otra y eso obliga a que nuestra lucha vaya encontrando nuevas formas sólidas de un pensamiento para poder seguir contrarrestando lo que quiere imponer el enemigo: es una lógica del proceso revolucionario y que se nos impone una fortaleza de combate firme y disciplinada para poder arribar a mayores éxitos del poder popular. Uno de los aspectos fundamentales que va en conjunto con la cantidad de desarrollo de diversos tipos de cumplimientos en las necesidades del pueblo es la formación teórica, ideológica del proceso revolucionario en sí.
Hay que retornar a su inicio, esto lo titulo introducción, ¿introducción de qué? No sé, soy incapaz de establecer hacia lo que me introduzco. ¿Es acaso esa manía de iniciar con una introducción? Bueno, hay que ver lo que se deba ver, la vida en sí es una introducción, hasta el proceso revolucionario que soñamos construir está en la pura entrada en lo introductorio. En cada texto que podemos observar, hasta leer con detenimiento, existe un prologo o una introducción y hasta se puede observar que co-existen ambos y, a la larga, es sólo una extensión de lo propiamente introductorio, la introducción en sí desde que aparecemos en el útero de una mujer hasta nuestra desaparición de este barrio: la pura introducción.
Bueno, tuve que interrumpir la introducción de lo introductorio o una más de aquella noción de comienzo sin serlo realmente, para poder ir a comer algo, tenía hambre, mmmm recuerdo aquel artículo de Juan Gelman citando a Nietzsche decía que: “la comida como una suerte de respuesta metafórica al problema metafísico de sí es posible conocer la realidad. Sin hambre de mundo no se puede conocer el mundo”; vaya con esto, mi única realidad es que debía contentar mi estómago aunque no fuera con gran cosa, dos pedazos de pizza y un café negro corto en la panadería y de paso me traje un par de galletas para la noche. Bueno, creo que en estos instantes dejaré de introducir el introductorio que a la larga, serán un poco de introducciones.
La vida es una introducción constante.
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